martes, 16 de abril de 2013

Caracterización del Interaccionismo Simbólico


Partiendo de las revisiones que realizan Ibáñez (2003) y Musitu (1996), así como de los trabajos de autores de esta orientación como Blumer (1937), Rose (1962) o Stryker (1964, 1980), resumiremos los supuestos básicos del interaccionismo simbólico:


• Los seres humanos viven en un ambiente simbólico, así como lo hacen en un ambiente físico, y adquieren mediante procesos sensoriales conjuntos complejos de símbolos. La diferencia de los seres humanos con respecto a otras formas de vida radica en que los humanos tienen la habilidad de aprender, recordar y comunicar simbólicamente. Los símbolos aprendidos son abstracciones mentales con significado, tales como palabras, ideas o actos. La mayoría de estos símbolos son adquiridos mediante el aprendizaje de qué significan para los demás; de este modo, los símbolos acaban por significar lo mismo para quien los aprende. Estos símbolos y los significados y valores a los que se refieren no se dan solamente en fragmentos aislados, sino también en agrupaciones simbólicas que pueden ser amplias y complejas.

• Aprender qué es un símbolo, es solamente uno de los procesos que ocurren en la mente humana; otro proceso es aprender a evaluar diferencialmente los símbolos. Los juicios de valor son definiciones aprendidas de atracción o rechazo hacia algo, o bien, creencias sobre el valor e importancia de diferentes fenómenos. Estos procesos mentales, como el contenido de los símbolos, se aprenden de aquellos individuos con quienes interactuamos. La capacidad que los seres humanos tienen de aprender símbolos nuevos y de evaluarlos es casi infinita.

• Los seres humanos deciden lo que hacer y lo que no a partir de los símbolos que han aprendido en interacción con otros y de sus creencias sobre la importancia de estos significados. A partir de aquí empezamos a diferenciar esta perspectiva teórica de otras: para el interaccionismo simbólico el comportamiento está asociado al significado de las ideas en la mente, pero este significado es compartido, en esencia, con las otras personas con las que se interactúa.



El cuestionamiento de la metodología de investigación dominante en psicología social ha sido característica de esta orientación teórica, pues se argumenta que fundamentar la producción de conocimiento en el experimento de laboratorio y en el estudio de los procesos intrapsíquicos podría resultar muy útil para el propósito de cierta investigación básica, pero no lo es tanto para atender a gran parte de los problemas sociales (Stryker, 1997). Como afirma GilLacruz (2007) los presupuestos teóricos del interaccionismo simbólico requerían un enfoque metodológico que fuera coherente con su concepción de ser humano. Si la realidad social se construye a través de los significados surgidos de la experiencia de las personas y de la interacción entre ellas, para comprender esa realidad será necesario utilizar una metodología que contemple las propias declaraciones de los actores en la realización de sus actos. La metodología cualitativa de investigación social se presenta como el enfoque metodológico más adecuado para esos propósitos.


El interaccionismo simbólico busca significados en la interacción de los individuos y los grupos, en los símbolos utilizados y en cómo los cambios de símbolos cambian el comportamiento de las personas. Sus métodos de investigación preferentes son cualitativos, extrayendo el significado de símbolos, contenidos y
palabras: análisis de contenido, categorizando respuestas; observación participante en los mismos escenarios en que acontecen las interacciones de la vida social; entrevistas, grupos de discusión o análisis documentales, son algunos de los métodos de investigación utilizados. El estudio empírico se dirige a analizar los datos a partir de las propias palabras de los sujetos. Esta forma de abordar la investigación implica un modo de desarrollar conceptos basado en las verbalizaciones de los sujetos, sin partir de catálogos de respuestas a priori e intentando comprender a las personas dentro de su marco de referencia, de ahí que se recojan sus respuestas literales. En la investigación social cualitativa la perspectiva de las personas implicadas tiene un valor fundamental, pues es lo que permitirá una comprensión profunda de aquello investigado (Gil-Lacruz, 2007).

A partir de los años sesenta del siglo XX, fructifican diversos desarrollos surgidos desde las bases teóricas propuestas por Herbert Blumer y George Herbert Mead. Pueden diferenciarse tres ramificaciones en la orientación del interaccionismo simbólico: el acercamiento estructural, el interaccional y el microinteraccionista. Estas tres ramificaciones se caracterizan por la importancia diferencial que otorgan a los diferentes elementos implicados en la interacción simbólica. Cada una de ellas está lo suficientemente bien formulada como para merecer que sean consideradas en sus propias peculiaridades (Álvaro y Garrido, 2007; Klein y White, 1996).

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