martes, 16 de abril de 2013


UNIVERSIDAD VERACRUZANAFACULTAD DE PSICOLOGÍA XALAPA









INTERACCIONISMO SIMBÓLICO



Introducción:

Este blog ha sido diseñado con la intención de hacer crecer el conocimiento acerca del Interaccionismo Simbólico y la importancia que tiene en la edad contemporánea. En el campo de la psicología social, este tema ha sido al igual que muchos otros muy relevante  por lo cual hemos decidido facilitar la comprensión y el manejo del material que  circula en la red.

Ahora bien, es sabido que la comunicación puede entenderse como la interacción mediante la que los seres vivos acoplan sus respectivas conductas frente al entorno, a partir de la transmisión de mensajes, signos convenidos por el aprendizaje de códigos comunes. También se ha concebido a la comunicación como el propio sistema de transmisión de mensajes o informaciones, entre personas físicas o sociales, o de una de éstas a una población, a través de medios personalizados o de masas, mediante un código de signos también convenido o fijado de forma arbitraria. Y más aún, el concepto de comunicación también comprende al sector económico que aglutina las industrias de la información, de la publicidad, y de servicios de comunicación no publicitaria para empresas e instituciones. Estas tres acepciones ponen en evidencia que nos encontramos, sin duda alguna, ante un término polisémico. Sin embargo, el debate académico en torno a la comunicación ha sido dominado por una perspectiva que reduce el fenómeno comunicativo a la transmisión de mensajes a través de los llamados medios de difusión. Sin ánimos de considerar vacío e innecesario dicho debate, consideramos que la comunicación va más allá de esta relación mediada. Es, antes que nada, una relación interpersonal.El Interaccionismo Simbólico –nombre acuñado por Herbert Blumer en 1938- es la clara manifestación de este intento por considerar a la comunicación, antes que nada, como interacción social. Este enfoque se desarrolla a mitad del siglo XX, y hasta entrados los años 80.


 

Principios del Interaccionismo Social

El interaccionismo simbólico es un enfoque de estudio de la vida de los grupos y del comportamiento de los hombres. Este enfoque se basa sobre tres premisas:


  1.  “El ser humano orienta sus actos hacia las cosas en función de lo que estas significan”. Aunque esta información la pueden asentir muchos especialistas en sus investigaciones no se ve reflejado. Los sociólogos basan sus explicaciones en factores como la posición social, papeles sociales, etc., sin prestar atención a los significados de las cosas o se considera a dicho significado como mero vínculo neutral entre los actores responsables del comportamiento y los factores que los motivan. No hay intención de buscar el significado de las cosas hacia las que se encamina la acción humana. El interaccionismo postula lo contrario y plantea: que el significado que las cosas encierran para el ser humano son un elemento central.
  2. “El significado de las cosas se deriva de, o surge como consecuencia de la interacción social que cada uno mantiene con el prójimo”. El significado es fruto de la interacción entre individuos. El significado que una cosa encierra para un sujeto es el resultado de las distintas formas en que otras personas actúan hacia ese sujeto en relación con esa cosa. Es por eso que el significado es un  producto social.
  3.   “Los significados se manipulan y modifican mediante un proceso interpretativo desarrollado por la persona al enfrentarse con las cosas que va hallando a su paso.” La utilización del significado se produce a través de un procedimiento de interpretación. Este proceso posee dos etapas:
                                                               i.      El actor se indica a sí mismo cuáles son las cosas hacia las que se encaminan sus actos (es decir señalarse a sí mismo las cosas que poseen significado). Es una instancia de la persona enfrascada en un  proceso de comunicación consigo misma.

                                                             ii.      Como resultado de este proceso la interpretación se convierte en una manipulación de significados a tenor de la situación en que se halla inmersa la persona y de la dirección de su acto.


Entonces la interpretación no es una mera explicación automática de significados establecidos, sino que debe entenderse como un proceso formativo en el que los significados son utilizados y revisados como instrumentos para la orientación y formación del acto. Es decir, que los significados desempeñan su papel en el acto a través de un  proceso de autointeracción.




El concepto de self es de suma importancia para los interaccionistas simbólicos. Para entenderlo es necesario tener en cuenta las aportaciones de varios autores:

  • MEAD: entiende el self como la capacidad de verse a sí mismo como un objeto social. El self surge del proceso social: la comunicación entre los humanos.
    Es la capacidad de las personas de ponerse en el lugar de otros con el fin de actuar como esos otros actúan y verse a sí mismo como lo ven otros.
    El self incluye dos fases: el “yo”, los aspectos imprevisibles y creativos; y el “mí”, el conjunto organizado de actitudes de los demás asumidos por el actor. Toda personalidad es una combinación de “yo” y de “mí”.
  •  COOLEY: lo define como la capacidad de vernos a nosotros mismos como vemos cualquier otro objeto social. Desarrollamos un sentimiento de nuestro self como consecuencia de imaginarnos cómo aparecemos ante los demás y qué opinan ellos de nosotros.
  •  BLUMER: un ser humano puede ser un objeto de su propia acción, actúa hacia sí mismo y guía sus acciones hacia otros sobre la base del tipo de objeto que es para sí mismo.
  • ROSENBERG: el self es la totalidad de los pensamientos y sentimientos que el individuo tiene de sí mismo como objeto. Implica una serie de motivaciones, de metas deseadas por los actores, entre las que destacan dos: la autoestima (deseo de pensar bien de uno mismo), y la autoconsistencia (deseo de proteger el self frente al cambio o al mantenimiento de la imagen de uno mismo).
  •  GOFFMAN: se centró en la dramaturgia, como si la vida social fuera una serie de actuaciones que se asemejan a las representadas en el escenario. Considera al self como el producto de la interacción dramática entre el actor y la audiencia. Así que el self es vulnerable a su destrucción durante la representación. Se interesa por los procesos para evitar estas destrucciones y presentar un self fuerte a la audiencia, lo llamó “el arte de manejar las impresiones”.

Dentro de esta analogía teatral habla de la “fachada”, como la parte del escenario que funciona de un modo general y prefijado, a fin de definir la situación para los que observan la actuación.

Los actores suelen tener interés en ocultar cosas en sus actuaciones para presentar una imagen idealizada de sí mismos. El actor emplea mecanismos para infundir respeto en la audiencia, pero ésta está implicada en este proceso para que la representación sea buena.

Así, Goffman se interesa por los equipos, que serían un conjunto de individuos que cooperan en la representación de una rutina.

Grupos y sociedad: los interaccionistas entienden que las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades. Critican la tendencia a centrarse en las macroestructuras.

Según Mead, la sociedad es el proceso social que precede tanto a la mente como al self. Representa el conjunto organizado de respuestas que adopta el individuo en la forma de “mí”.

Entiende el control social como la dominación de la expresión del “mí” sobre la del “yo”. Define las instituciones sociales como la “respuesta común de la comunidad”. A través de la educación, se internalizan los hábitos comunes de la comunidad, es este un proceso esencial para llegar a tener self.

Blumer entiende que la sociedad es un conjunto de personas que actúan, y la vida de la sociedad son las acciones que éstas realizan.

Lo principal es el estudio de la acción conjunta, que no sería simplemente la suma de todos los actos individuales, sino que la crean los actores y sus acciones, al ir acomodándose y haciéndose indicaciones unos a otros.

Reconoce que la mayor parte de las acciones conjuntas adoptan formas pautadas y que se rigen por sistemas de significados preestablecidos, como la cultura y el orden social; sin embargo, esto no determina la acción humana.

En estos links encontrarás más información al respecto:

http://tophqbooks.com/books/218770

http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_001_08.pdf

http://www.uv.es/lisis/xavier/aporatc.pdf  


Interaccionismo simbólico





El Interaccionismo simbólico es una corriente de pensamiento microsociológica, relacionada con la antropología y la psicología social que basa la comprensión de la sociedad en la comunicación y que ha influido enormemente en los estudios sobre los medios.El Interaccionismo simbólico se sitúa dentro del paradigma de la transmisión de la información: emisor-mensaje-receptor, junto a otras teorías como la Mass Communication Research y la Teoría crítica. En este paradigma, la comunicación se considera instrumental, es decir, los efectos del mensaje se producen unilateralmente sin tener en cuenta a la audiencia.
AntecedentesPara el pragmatismo norteamericano (Dewey), articulado sobre los conceptos de utilidad e interés, la realidad se configura dinámicamente dentro del sujeto a través de su experiencia del mundo y de su relación con la sociedad. La concepción de que mente, sujeto y mundo no son realidades estáticas sino procesos que interactúan constituyéndose entre sí, plantea que nuestra interacción con los objetos viene determinada por el régimen simbólico de los signos. La comunicación sitúa al individuo en un sistema de mutuas relaciones, propuestas comunes y oportunidades de compartir experiencias, discursos y planteamientos.La Escuela de Chicago (Cooley, Lippmann, Park,Mead y Blumer) surge en EE.UU. en los años 20 en un contexto de aparición de la opinión pública moderna, el desarrollo de las tecnologías de la información, el sistema democrático y la inmigración europea. Estudian la comunicación como un hecho social significativo y muestran un considerable interés por la opinión pública. Inauguran el conductismo social en un contexto en que o bien se trabajaba con el individuo como una máquina aislada (conductismo mecanicista) o bien con la sociedad como una máquina aislada (funcionalismo). Los objetos de estudio más significativos de esta escuela son la Ecología humana, la relación individuo-comunidad y la interpretación como factor fundamental en la comunicación.

Premisas


De acuerdo con Herbert Blumer, que acuña el término interaccionismo simbólico en 1938, sus principales premisas son:1. Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para ellas. Es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite, además, trascender el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la imaginación y la fantasía.2. Los significados son producto de la interacción social, principalmente la comunicación, que se convierte en esencial, tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo es el objeto material que desencadena el significado, y el significado, el indicador social que interviene en la construcción de la conducta.3. Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos.Otras premisas importantes son: que la distinción entre conducta interna y externa presupone que el individuo se constituye en la interacción social (formación del yo social autoconsciente), y que no es posible entender el yo sin el otro ni a la inversa, y que los grupos y la sociedad se constituyen sobre la base de las interacciones simbólicas de los individuos al tiempo que las hacen posibles.En conclusión, el interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio participante, capaz de dar cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos, y concibe la comunicación como el proceso social por antonomasia, a través del cual, se constituyen simultánea y coordinadamente, los grupos y los individuos.

Desarrollos


A partir del yo social autoconsciente de Mead se desarrolla el self especular como el sujeto con capacidad de interactuar consigo mismo, de convertirse en objeto de su atención, forjando así una imagen coherente de sí mismo (sus intereses, expectativas, ideas, sensaciones, sentimientos, etc.) que pone en interacción con otros. En el curso de esta interacción, lo primero que pone en juego cada participante, junto con su self especular, es su definición de la situación comunicativa (conjunto de significados o definiciones).Goffman, en su Teoría de la Interacción de Actoresbasada en el esquema interpretativo de la dramaturgia, estudia los ritos de interacción comunicativa que aprendemos y ponemos en juego en nuestra vida cotidiana. Define el rol como un conjunto organizado de expectativas de comportamiento en torno a una función o posición social (ej. profesor). El desempeño del rol cuando se interactúa ante los demás en un determinado contexto espacial y temporal (fachada), sobre la premisa de estar siendo observados (escenario), es la parte visible y contextualizada del self especular, que para Goffman es más producto de la interacción social que de la propia intervención del sujeto. Sin embargo, cuando se interactúa entre bastidores, los roles pasan a segundo plano. Cada interlocutor o actor asume uno o varios roles en la interacción en función del marco (situación-tipo reconocible por los participantes) y el escenario, así como de la imagen que se desea ofrecer a los otros. La comunicación no se limita solo a estas conductas interactivas, sino que también el contexto espacial y cultural (fachada) adquiere significado.

Metodología del Interaccionismo Simbólico

La interacción de los individuos y los grupos y el significado de los símbolos analizados por la observación participativa y documentos (método de documentación) y cómo los cambios de símbolos cambian las personas y su comportamiento, sin hacer mucho énfasis en el uso de las variables, típico, sino en las personas que manejan el significado de los símbolos como proyectos de convivencia, principalmente el lenguaje en los sistemas simbólicos captando significados por interacción.Su diseño es mixto o fijo -longitudinal- sucesivas medidas de lo mismo y flexible -triangulación -varios métodos para lo mismo-, estudios de casos comparando cuestiones. Sus métodos de investigación preferentes son cualitativos –símbolos, contenidos y palabras-. Interacciones simbólicas entre personas en la acción social con una perspectiva o enfoque psicosociológico en el microclima de las comunidades típicas medias. Concretamente por ejemplo efectúa análisis de contenido categorizando frecuencias en documentación -análisis de contenido de documentos variados- : libros, películas, periódicos, etc. El tipo de método preferido es la observación participante con procedimiento empírico/inductivo con entrevistas entre semiestructuradas y mixtas, en períodos únicos 'sincrónico' o varios 'diacrónico'. Un caso de investigación pudiera ser el juego de los niños en las escuelas y calles en Brasil.

Puedes encontrar mas información aquí:

http://sociologiageneraluna.blogspot.mx/2008/05/el-interaccionismo-simblico-desde.html

Caracterización del Interaccionismo Simbólico


Partiendo de las revisiones que realizan Ibáñez (2003) y Musitu (1996), así como de los trabajos de autores de esta orientación como Blumer (1937), Rose (1962) o Stryker (1964, 1980), resumiremos los supuestos básicos del interaccionismo simbólico:


• Los seres humanos viven en un ambiente simbólico, así como lo hacen en un ambiente físico, y adquieren mediante procesos sensoriales conjuntos complejos de símbolos. La diferencia de los seres humanos con respecto a otras formas de vida radica en que los humanos tienen la habilidad de aprender, recordar y comunicar simbólicamente. Los símbolos aprendidos son abstracciones mentales con significado, tales como palabras, ideas o actos. La mayoría de estos símbolos son adquiridos mediante el aprendizaje de qué significan para los demás; de este modo, los símbolos acaban por significar lo mismo para quien los aprende. Estos símbolos y los significados y valores a los que se refieren no se dan solamente en fragmentos aislados, sino también en agrupaciones simbólicas que pueden ser amplias y complejas.

• Aprender qué es un símbolo, es solamente uno de los procesos que ocurren en la mente humana; otro proceso es aprender a evaluar diferencialmente los símbolos. Los juicios de valor son definiciones aprendidas de atracción o rechazo hacia algo, o bien, creencias sobre el valor e importancia de diferentes fenómenos. Estos procesos mentales, como el contenido de los símbolos, se aprenden de aquellos individuos con quienes interactuamos. La capacidad que los seres humanos tienen de aprender símbolos nuevos y de evaluarlos es casi infinita.

• Los seres humanos deciden lo que hacer y lo que no a partir de los símbolos que han aprendido en interacción con otros y de sus creencias sobre la importancia de estos significados. A partir de aquí empezamos a diferenciar esta perspectiva teórica de otras: para el interaccionismo simbólico el comportamiento está asociado al significado de las ideas en la mente, pero este significado es compartido, en esencia, con las otras personas con las que se interactúa.



El cuestionamiento de la metodología de investigación dominante en psicología social ha sido característica de esta orientación teórica, pues se argumenta que fundamentar la producción de conocimiento en el experimento de laboratorio y en el estudio de los procesos intrapsíquicos podría resultar muy útil para el propósito de cierta investigación básica, pero no lo es tanto para atender a gran parte de los problemas sociales (Stryker, 1997). Como afirma GilLacruz (2007) los presupuestos teóricos del interaccionismo simbólico requerían un enfoque metodológico que fuera coherente con su concepción de ser humano. Si la realidad social se construye a través de los significados surgidos de la experiencia de las personas y de la interacción entre ellas, para comprender esa realidad será necesario utilizar una metodología que contemple las propias declaraciones de los actores en la realización de sus actos. La metodología cualitativa de investigación social se presenta como el enfoque metodológico más adecuado para esos propósitos.


El interaccionismo simbólico busca significados en la interacción de los individuos y los grupos, en los símbolos utilizados y en cómo los cambios de símbolos cambian el comportamiento de las personas. Sus métodos de investigación preferentes son cualitativos, extrayendo el significado de símbolos, contenidos y
palabras: análisis de contenido, categorizando respuestas; observación participante en los mismos escenarios en que acontecen las interacciones de la vida social; entrevistas, grupos de discusión o análisis documentales, son algunos de los métodos de investigación utilizados. El estudio empírico se dirige a analizar los datos a partir de las propias palabras de los sujetos. Esta forma de abordar la investigación implica un modo de desarrollar conceptos basado en las verbalizaciones de los sujetos, sin partir de catálogos de respuestas a priori e intentando comprender a las personas dentro de su marco de referencia, de ahí que se recojan sus respuestas literales. En la investigación social cualitativa la perspectiva de las personas implicadas tiene un valor fundamental, pues es lo que permitirá una comprensión profunda de aquello investigado (Gil-Lacruz, 2007).

A partir de los años sesenta del siglo XX, fructifican diversos desarrollos surgidos desde las bases teóricas propuestas por Herbert Blumer y George Herbert Mead. Pueden diferenciarse tres ramificaciones en la orientación del interaccionismo simbólico: el acercamiento estructural, el interaccional y el microinteraccionista. Estas tres ramificaciones se caracterizan por la importancia diferencial que otorgan a los diferentes elementos implicados en la interacción simbólica. Cada una de ellas está lo suficientemente bien formulada como para merecer que sean consideradas en sus propias peculiaridades (Álvaro y Garrido, 2007; Klein y White, 1996).

Herbert Blumer (1900-1987)



Nacido en San Louis (Missouri), Estados Unidos, estudió en la Universidad de Missouri y en la de Chicago, donde se doctoró en sociología y fue discípulo aventajado de George H. Mead y de Florian Znaniecki, entre otros, que influyeron notablemente en su obra, como también lo hizo Charles A. Ellwood. En 1941, inició su actividad académica en la Universidad de Chicago. En 1952, obtuvo una cátedra en la Universidad de California en Berkeley, donde fue director del Departamento de Sociología. Fue presidente de la American Sociological Association. En su trabajo destaca la formulación teórica que impulsa la corriente del interaccionismo simbólico, inspirada en el pensamiento de su maestro Mead, al que también darán continuidad, entre otros, Goffman y Becker. Analizó en sus trabajos empíricos los comportamientos colectivos, los prejuicios sociales, los efectos del cine en la conducta, el consumo de drogas en los adolescentes, etcétera. Su influencia en el campo de la sociología es muy relevante. Entre sus obras: Movies and Conduct(1933), Movies, Delinquency, and Crime (1933), The Human Side of Social Planning (1935) y Symbolic Interaction. Perspective and Method (1969).

Pensamiento y Expresión Científica 


Mediante la metodología del interaccionismo simbólico se trata de conocer el proceso de asignación de significado a las vivencias comunicativas del individuo en función de las circunstancias personales y ambientales en un momento dado, a través de casuísticas concretas, en espacios acotados. Para ello, busca la inmersión en el sujeto, en el actor, esto es, situarse en esas circunstancias específicas que lo describen y marcan el relativismo de la interacción. Captar la óptica personal que da significado a lo que se ve y con lo se interactúa en su entorno. Así se puede advertir el significado que se asigna a los elementos con los que se comunica simbólicamente (lenguajes de interacción). Una interpretación del significado de los símbolos en la comunicación, en la que el sujeto aparece en el centro de la construcción social, como un actor dinámico. Pero no es con la percepción donde se culmina el proceso de interacción, ya que Blumer da un papel relevante a la negociación lingüística y al pensamiento, como instancia dinámica y libre en la construcción simbólica.

Sheldon Stryker


El acercamiento estructural tiene en Sheldon Stryker a su representante más comprometido. Stryker (1964, 1980) enfatiza el papel de la sociedad en la determinación de los roles sociales, proponiendo que las estructuras significantes sociales definen límites, barreras y facilidades para la interacción. La estructura no determina, pero sí impone construcciones: los hombres producen la sociedad, pero lo hacen como actores históricamente situados, no en condiciones en que prime su propia elección. Las estructuras sociales limitan, por sus características, el grado en el que los roles se «construyen», no sólo el grado en el que se «adoptan». Para Stryker los roles sociales no sólo se aprenden y representan por las personas cuando los ocupan dentro de la estructura social, sino que también se modifican por efecto de esa estructura, posibilitando así un puente entre persona y sociedad. Las personas aprenden, mediante la interacción con otras, la manera de clasificar el mundo y la manera en que se espera que se comporten en él.


Desde el acercamiento interaccional, Ralph Turner matiza la idea estructuralista acerca de cómo los roles aprendidos a través de la socialización son transferidos a los actores desde la estructura social, y enfatiza, por su parte, la importancia de la participación de estos actores (Turner, 1970). Si los estructuralistas inciden en la forma en que los seres humanos son construidos por su cultura y su sociedad, el modelo de Turner subraya cómo se crea la cultura y la sociedad por los actores interactuantes. Para Turner el role-taking no es sólo una representación de un rol bien definido y dado, sino que supone una elaboración del rol a través de la interacción con los otros y con el contexto: los individuos toman la iniciativa de asumir roles y de comunicar a los otros el rol que están desempeñando. Turner entiende que la estructura social y la cultura ofrecen al individuo un contorno para la conducta, que no está del todo bien definido y que es la persona quien deberá completarlo.


La tercera ramificación a la que nos referiremos es el acercamiento microinteraccionista, cuyo principal representante es Erving Goffman. En el libro con el sugerente título de «La presentación de la persona en la vida cotidiana», Goffman (1959) elabora la metáfora dramatúrgica, en alusión a las representaciones teatrales. Pretende examinar la forma en que los individuos se presentan a sí mismos ante los demás en las situaciones ordinarias de la vida, así como el modo en que tratan de controlar la impresión que de ellos se formarán los otros. Si uno de los supuestos del interaccionismo simbólico es que la realidad social se construye simbólicamente en la interacción, Goffman da un paso más y propone que la realidad social se puede manipular y, de hecho, se manipula para presentar una imagen lo más favorable posible de uno mismo: cada persona trata de influir en la definición de la situación que los otros realizarán. Así, toda persona podrá ejercer influencia en esa definición que hacen los demás, expresándose de tal forma que dé a los otros la impresión que pretende. Creada esa impresión, los otros actuarán, aunque voluntariamente, influidos por la imagen que ha querido dar esa persona −y viceversa−.



Es característica de la propuesta microinteraccionista su énfasis en la fluidez y dinámica de los roles. Así, siguiendo con la metáfora teatral, Goffman afirma que existe una realidad entre bastidores y otra realidad en el escenario: los roles son asumidos en función de estar en el escenario o fuera de él. Así, los roles serán eventuales en las interacciones con otros actores y, de esta manera, se organizarán por sistemas de reglas. También importante es la consideración que hace del self, entendiendo que éste se va definiendo por el contexto interaccional y por la forma en que la persona enmarca o comprende el contexto y las reglas.





miércoles, 10 de abril de 2013

En Resumen


Corriente de pensamiento microsociológica.

La denominación de interaccionismo simbólico es acuñada por Blumer en 1937. Así tuvo origen este paradigma psicosocial en EEUU. Sus postulados contienen los principios de una nueva filosofía (el pragmatismo), un nuevo objeto de estudio (la interacción) y una modalidad investigativa que, al margen del positivismo dominante, sienta las bases de la metodología cualitativa. J. Dewey y G.H.Mead aparecen como las figuras mas relevantes del movimiento, compartían los supuestos fundamentales de su filosofía social, junto a los nombres destacados de Pierce y James.

Se privilegia la acción como interacción comunicativa, como proceso interpersonal y al mismo tiempo autoreflexivo. El interaccionismo se presenta como una alternativa al paradigma estructural funcionalista dominante hasta ese momento en la sociología norteamericana. El interaccionismo simbólico se propone explicar la interacción en el individuo y en los grupos, y esta explicación se construye desde una perspectiva evolutiva, es decir, histórica. Hay una génesis que da cuenta del pasaje del organismo biológico al sujeto social.

Este paradigma conserva una negativa a conceder importancia a cualquier cosa que no sea la interaccion interpersonal: la insistencia en que los individuos son reflexivos y actúan, por tanto, consiente o inteligentemente.

La psicología alemana (Wundt), que había elegido los contenidos de ccia como objeto de sus investigaciones, operaba con un modelo elementalista, atomista, que solo podría ofrecer como resultado una visión fragmentada de su objeto.

Mead sostiene que la sociedad es interacción. El cambio social se funda en la interacción. La sociedad funciona como un equipo. Cada uno aporta su desarrolla personal para el progreso de la sociedad. Beneficio comunitario.

Herbert Blumer (1900 -1987).
De acuerdo con Blumer, que acuña el término interaccionismo simbólico en 1938, sus principales premisas son:

  1.     Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para ellas, es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite además trascender el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la imaginación y la fantasía.
  2.     Los significados son producto de la interacción social, principalmente la comunicación, que se convierte en esencial tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo es el objeto material que desencadena el significado, y el significado el indicador social que interviene en la construcción de la conducta.
  3.     Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos.

El interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio participante capaz de dar cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos y concibe la comunicación como el proceso social por antonomasia a través del cual se constituyen simultánea y coordinadamente los grupos y los individuos.  

martes, 9 de abril de 2013

Quienes somos



Actualmente somo estudiantes de la Faculdad de Psicología, campus Xalapa.
En la materia de Psicología Social desarrollamos este proyecto encaminado a mostrar un poco mas de lo que esta área de la psicología (aunque es joven) ha logrado y el impacto que ha causado. 

Este blog esta a cargo de:

Ana Sarai Caballos Ochoa 
Daniel Fernández Vázquez